La campaña "Together we can"

Desde Sololegacy queremos hacernos eco de un movimiento mundial que ya empieza a resonar en todos los blogs y foros de medio mundo, me refiero, sin lugar a dudas, como todos sabréis ya, al movimiento "Together we can". Pese a las acusaciones de comportamientos sectarios que rozan lo religioso, el movimiento sólo pretende difundir la que creo que es una gran verdad.

LA HIGIENE OS HARÁ LIBRES (Y FELICES)

No, amigos, no abandonéis esta página, ya sé que parecen las palabras de algún ex-marine con estrés post traumatico a su regreso del infierno de Vietnam. Confieso que yo tampoco me tomé muy en serio esas palabras en un primer momento. No entendía el mensaje ni el significado, y es normal que los seres humanos temamos y rechacemos lo desconocido. Sin embargo, gracias a unos amigos, entré en contacto con gente del movimiento "Together we can" y asistí primero a algunas de sus reuniones, que pronto pasaron a ser cursillos y más tarde retiros de fin de semana en la sierra. Estos individios, que ahora considero mis amigos, me abrieron los ojos, me hablaron de las bondades del jabón, el champú y del desodorante (confieso que, por mi educación, al principio me daba un poco de vergüenza usarlo).

Ahora soy un practicante convencido y me veo en la obligación de extender el mensaje por todo el mundo, llevando la palabra a todos mis allegados. Y teniendo este blog, me di cuenta de que tenía un gran público de potenciales creyentes a un sólo duchazo de la iluminación. Sé que es descabellado, pero os aseguro, hermanos amigos, que una vez que entras no querrás volver a tu antigua vida. Pero por si mi palabra no fuera suficiente, he estimado oportuno compartir algunos testimonios de gente del movimiento que, como yo, vivió durante gran parte de su vida en las tinieblas del olor corporal y el pelo grasiento. Pero ahora, gracias al jabón, han comprobado cómo su vida ha dado un giro de 180º.


TESTIMONIO #1

Mi vida antes era un infierno. Siempre fuI una chica solitaria, sin trabajo ni estudios. Realmente no había nada en la vida que me motivara, me decía que la vida no era para mí, que yo no podía disfrutarla. Nunca tuve amigos ni mucho menos novio. Un día, decidí que debía acabar con todo y me dispuse a tirarme a las vías del tren. Entonces apareció mi ángel, un hombre amable y con un extraño olor desconocido que semanas más tarde supe que era colonia. Este hombre me recogió en su casa y me enseñó los beneficios de ducharse más de una vez al mes. Poco después mi vida cambió, empecé a hacer amigos y a triunfar entre los hombres, yo, que nunca había tenido novio. Me saqué la carrera de derecho y ahora compagino la abogacía con una incipiente carrera en el mundo de la moda. Por fin soy feliz.

TESTIMONIO #2

Aún recuerdo con tristeza el tiempo en el que vivía en la calle, entre cartones, gastando las pocas monedas que me ganaba mendigando en vino peleón y en hachís. Fueron tiempos duros, sin dinero, sin familia, escuchando voces en mi cabeza y continuamente borracho. La violencia extrema era el único modo de evadirme de todo aquello. Un día, tras atracar un chino con un botella rota, acabé en prisión, lo que resultó ser una bendición, porque conocí a la gente del movimiento "Together we can". Gracias al champú y al uso diario de desodorante mi vida cambió, salí de prisión y gracias a un programa de reinserción entré a trabajar de limpiacristales en una gran multinacional. Que ascendiera hasta entrar en el consejo de administración era sólo cuestión de tiempo, gracias el agua calentita que salía de mi ducha.

Como veis, la higiene puede cambiarte la vida. Sé que algunos os mantendréis escétpicos ante estos testimonios, así que para terminar de convenceros, os propongo un trato. El sábado que viene, si vas asistir al GP de Madrid, dúchate y usa desodorante. Verás cómo tu vida da un giro de 180º grados, haces día 2 y, quien sabe, puede que hasta top 8. Vamos, abre tu ventana y grítalo a los cuatro vientos:

¡ESTE SÁBADO, ME VOY A DUCHAAAAAAAR!